Trucos para ahorrar en la factura de la luz

Ahorrar energía es esencial para reducir los costes en la factura de la luz y contribuir a la sostenibilidad ambiental. Para empezar a ahorrar, es fundamental conocer cuánto se está consumiendo y cuáles son los principales puntos de gasto en el hogar.

• Para empezar, debemos identificar cuánta energía consume cada electrodoméstico, ya que permite determinar las áreas de mayor consumo y actuar en consecuencia.
• Además, el consumo de electricidad no solo depende de los electrodomésticos, sino también del número de personas que viven en el hogar. A mayor número de habitantes, mayor será el consumo de energía.
• Estudiar cual es la tarifa de luz que mejor se adapta a las necesidades del hogar. No todas las tarifas son iguales, y algunas pueden ser más económicas en función de los hábitos de consumo específicos.

Elige la tarifa de luz más barata 

En EDP disponemos de las mejores tarifas para autoconsumo con excedentes para compensarlos siempre al mejor precio cuando generes más energía de la que necesitas, lo cual no solo te hará ahorrar en tu factura si no que te genera beneficio de aquello que produces, pero no consumes,

• Plan Ahorro solar: la tarifa que compensa tus excedentes solares al mejor precio, dándole el mayor beneficio posible a tu instalación solar.
• Plan Tranquilidad: una tarifa donde no te tendrás que preocupar de nada, te ofrecemos siempre el mismo precio sin depender la hora del día en el que consumas energía.
• Plan SolarDuo: paga el mejor precio en tu tarifa de luz y además compensa tus excedentes al mejor precio, la mejor tarifa para clientes que tengan autoconsumo fotovoltiaco.

Consejos para ahorrar luz y pagar menos en tu factura 

A continuación, te ofrecemos varios consejos prácticos para ahorrar en tu factura de la luz.

• Comprobar el aislamiento térmico de nuestra casa

Un buen aislamiento puede reducir considerablemente tanto el consumo de luz como el de calefacción y aire acondicionado. Revisa las ventanas, las puertas y los techos de tu vivienda para asegurarte de que no haya fugas de calor o frío.

• Usar más luz natural

Aprovecha la luz solar siempre que puedas. Mantén las cortinas y persianas abiertas durante el día y sitúa las actividades que requieren más luz en las zonas más luminosas de tu hogar. Además de ahorrar, estarás beneficiándote de los efectos positivos de la luz natural en tu salud y bienestar.

• Compra bombillas de bajo consumo

Las bombillas de bajo consumo utilizan menos energía y duran más que las tradicionales. Aunque su coste inicial puede ser un poco mayor, a la larga te ayudarán a reducir tu factura.

• Usa equipos eléctricos que ahorren energía

Al adquirir nuevos electrodomésticos, busca aquellos con etiquetas de eficiencia energética. Estos dispositivos están diseñados para realizar sus funciones consumiendo la mínima cantidad de energía posible.

• Comprueba el estado de tus electrodomésticos

Un electrodoméstico en mal estado suele consumir más energía de la necesaria. Realiza revisiones periódicas y repáralos cuando sea necesario.

• Inspecciona las instalaciones eléctricas

Las fugas eléctricas suponen un consumo innecesario. Por este motivo, has de comprobar que todas tus instalaciones y conexiones están en buen estado y funcionan correctamente.

• Instala paneles solares

La energía fotovoltaica es una excelente forma de reducir tu factura de luz. Aunque se necesita una inversión inicial, los ahorros a largo plazo son significativos.

Cómo ahorrar en calefacción o aire acondicionado 

El uso eficiente de la calefacción y el aire acondicionado puede significar un ahorro significativo en tu factura de electricidad y una menor huella de carbono. Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones clave para maximizar la eficiencia energética y reducir estos costes:

1. Aislamiento Térmico del Hogar

• Aislar Ventanas y Puertas:
  • Utiliza burletes y selladores para evitar la entrada de aire frío en invierno y caliente en verano.
  • Instala ventanas de doble o triple acristalamiento que ofrecen mejor aislamiento térmico.
• Aislamiento de Paredes y Techos:
  • Añadir aislamiento en las paredes y techos puede reducir las pérdidas de calor en invierno y mantener el hogar fresco en verano.
  • Considera materiales como lana mineral, espuma de poliuretano o paneles aislantes.
• Cortinas y Persianas:
  • Usa cortinas térmicas o persianas para mantener el calor dentro en invierno y fuera en verano.
  • Cierra las cortinas por la noche en invierno y durante las horas más calurosas del día en verano.

2. Inspección y Mantenimiento de la Instalación

• Mantenimiento Regular:
  • Realiza una inspección anual de tu sistema de calefacción y aire acondicionado para asegurarte de que funcionan de manera eficiente.
  • Cambia o limpia los filtros regularmente para garantizar un flujo de aire adecuado y mejorar la eficiencia del sistema.
• Revisión de Conductos:
  • Inspecciona los conductos de aire en busca de fugas y sella cualquier abertura con cinta aislante de alta calidad o masilla.
  • Un sistema de conductos bien sellado puede mejorar la eficiencia hasta en un 20%.
• Termostatos Programables:
  • Instala un termostato programable o inteligente que ajuste automáticamente la temperatura cuando no estés en casa o durante la noche.
  • Programar temperaturas más bajas durante las horas de sueño o cuando la casa está vacía puede ahorrar considerablemente en costes.

3. Uso Eficiente de los Equipos

• Temperaturas Óptimas:
  • Mantén la calefacción a una temperatura confortable pero no excesivamente alta, generalmente entre 18-21°C en invierno.
  • En verano, ajusta el aire acondicionado a unos 24-26°C. Cada grado de ajuste puede suponer un ahorro considerable.
• Ventiladores y Sistemas Complementarios:
  • Utiliza ventiladores de techo para distribuir el aire caliente en invierno y el aire frío en verano.
  • Los ventiladores de techo pueden mejorar la eficiencia del sistema de climatización y reducir la necesidad de ajustar la temperatura.
• Zonas Independientes:
  • Si tu sistema lo permite, divide tu hogar en zonas de climatización independientes para calentar o enfriar solo las áreas que estás utilizando.
  • Esto evita desperdiciar energía en habitaciones vacías.

4. Mejora de los Hábitos de Consumo

• Ropa Adecuada:
  • Viste con ropa adecuada para la temporada dentro de tu hogar para no tener que ajustar la calefacción o el aire acondicionado excesivamente.
• Aprovecha la Energía Solar:
  • En invierno, abre las cortinas durante el día para permitir que el sol caliente naturalmente tu hogar, además de poder utilizar calefacción solar logrando así generar calor con paneles solares.
  • En verano, utiliza toldos, persianas o cortinas opacas para bloquear el calor del sol durante las horas más calurosas.
• Cierre de Puertas y Ventanas:
  • Asegúrate de cerrar puertas y ventanas cuando la calefacción o el aire acondicionado estén en funcionamiento para evitar la pérdida de energía.

Implementar estas estrategias no solo te ayudará a reducir significativamente tu factura de la luz, sino que también contribuirá a un hogar más sostenible y confortable.

Otras formas de contribuir al ahorro energético 

Además de las medidas que puedes tomar en tu hogar, hay otras formas de contribuir al ahorro energético tanto en tus desplazamientos diarios como en tu lugar de trabajo. Aquí te presentamos algunas recomendaciones clave para reducir el consumo de energía y promover prácticas más sostenibles.

Medios de transporte

• Uso de Transporte Público:
  • Optar por autobuses, trenes y metros reduce significativamente el consumo de energía per cápita comparado con el uso de vehículos privados.
  • Las ciudades con buenas infraestructuras de transporte público facilitan desplazamientos eficientes y menos contaminantes.
• Compartir Vehículo:
  • El carpooling o compartir coche con compañeros de trabajo o amigos para trayectos similares puede reducir el número de vehículos en la carretera, ahorrando combustible y reduciendo emisiones.
• Vehículos Eléctricos y Híbridos:
  • Considera la compra de vehículos eléctricos o híbridos, que son mucho más eficientes energéticamente y tienen menores emisiones de CO2.
  • Estos vehículos también suelen tener incentivos fiscales y beneficios como el acceso a carriles preferenciales.
• Ciclismo y Caminatas:
  • Para distancias cortas, andar en bicicleta o caminar no solo ahorra energía, sino que también es beneficioso para la salud.
  • Las bicicletas eléctricas pueden ser una opción excelente para trayectos un poco más largos o en terrenos montañosos.

En el trabajo

• Iluminación Eficiente:
  • Aprovecha al máximo la luz natural. Ubica estaciones de trabajo cerca de ventanas y usa cortinas o persianas para controlar el resplandor.
  • Instala bombillas LED en lugar de las incandescentes o fluorescentes. Las LED consumen menos energía y tienen una vida útil más larga.
• Aparatos y Equipos de Oficina:
  • Apaga los equipos electrónicos como ordenadores, impresoras y fotocopiadoras cuando no estén en uso, especialmente durante la noche y los fines de semana.
  • Usa regletas de enchufes con interruptor para apagar múltiples dispositivos a la vez y evitar el consumo en stand-by.
• Termostatos y Climatización:
  • Ajusta la temperatura del aire acondicionado y calefacción según la estación y horario laboral. Usar un termostato programable puede optimizar el consumo energético.
  • Asegúrate de que los sistemas de climatización sean revisados regularmente para mantener su eficiencia.
• Teletrabajo y Horarios Flexibles:
  • Fomentar el teletrabajo reduce la necesidad de desplazamientos y puede disminuir la energía consumida en el edificio de la oficina.
  • Implementar horarios flexibles para reducir el consumo energético durante las horas pico puede también ser beneficioso.
• Sensores de Movimiento y Temporizadores:
  • Instala sensores de movimiento en áreas comunes como baños, cocinas y salas de reuniones para que las luces se enciendan solo cuando sean necesarias.
  • Utiliza temporizadores para apagar automáticamente los sistemas de iluminación y climatización fuera del horario laboral.

Autoconsumo solar

Si quieres ahorrar en la factura de luz y cuidar el medioambiente, la energía fotovoltaica es la mejor solución, ya que es renovable, inagotable y no emite gases de efecto invernadero durante su producción. Además, una vez instalados, los paneles solares requieren muy poco mantenimiento. Al generar tu propia electricidad, reducirás considerablemente tu dependencia a la red eléctrica y, por tanto, tu factura de luz.

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