Por qué las empresas españolas apuestan por el autoconsumo solar

El 91% de las empresas españolas tienen previsto recurrir al autoconsumo solar para ahorrar costes y avanzar en sostenibilidad. Solo en 2023 hubo más de 15.000 que empezaron a generar su propia energía con paneles solares.   

El 37% de las empresas españolas, según un reciente informe de la consultora KPMG, cuenta ya con algún tipo de instalación solar fotovoltaica. El ahorro que supone en la factura energética y su impacto positivo en el medio ambiente tienen como consecuencia uno de los datos más concluyentes del informe: 9 de cada 10 empresas anuncian su intención de apostar por el autoconsumo solar.

Según datos oficiales, el crecimiento del autoconsumo solar fue menor en 2023 que en el año precedente, cuando se vivió un boom de la fotovoltaica animado por la llegada de los fondos europeos, pero el sector que mejor comportamiento tuvo fue el autoconsumo industrial.

De acuerdo con el balance anual de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), las empresas españolas instalaron 1.020 MW de potencia en 2023, frente a los 291 MW del sector comercial y los 372 MW del sector residencial. La potencia instalada de autoconsumo en España era a cierre de 2023 de casi 7 GW (6.955 MW). Para verlo en perspectiva, en 2018, cinco años antes, la potencia instalada en España era de 484 MW. Es decir, el autoconsumo se ha multiplicado por 15 en solo cinco años.

A toda esta cifra hay que sumarle la potencia instalada en los parques solares que forman parte de la red nacional, que sumaron en 2023 un total de 5.594 MW hasta llegar a una potencia total instalada de 25,5 GW. Estas cifras récord llevan a la generación solar (sin contar el autoconsumo) a aportar casi un 14% de la generación eléctrica en España.

¿Por qué le interesa el autoconsumo solar a las empresas? 

Los beneficios económicos, fiscales y medioambientales son citados por las empresas como los desencadenantes de su interés por el autoconsumo solar. Repasemos algunos de ellos:

• Económicos: el autoconsumo solar puede suponer un ahorro de hasta el 30% en la factura eléctrica. El ahorro crece cuando se añaden sistemas de almacenamiento a los paneles solares. Además del ahorro económico se gana en estabilidad y previsibilidad en uno de los costes fijos más importantes para las empresas.
• Fiscales: beneficios fiscales a nivel estatal a través del Impuesto de Sociedades (se puede reducir el 5% del coste de la instalación de la base imponible) y a nivel local a través de bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles, que pueden llegar al 50% en función del municipio donde se haya hecho la instalación y se extiende, en general, por períodos de 3 o 5 años.
• Medioambientales: el autoconsumo solar en España, según la UNEF, supuso que dejáramos de emitir 3,8 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Las empresas muestran con esta elección su apuesta por la sostenibilidad y ofrecen a sus clientes productos y servicios con menor huella de carbono.

¿Cómo funcionan los paneles solares de las empresas? 

Existen varias modalidades de instalación. Las empresas pueden decantarse por un modelo u otro en función de sus necesidades financieras, de su capacidad de inversión y de la potencia de la instalación que necesitan. Estos son los 3 modelos que ofrecemos en EDP Solar:

As a Service: la empresa disfruta desde el primer día de la instalación y EDP se hace cargo del 100% de la inversión inicial. El usuario puede comprar la instalación más adelante por el valor residual que tenga en ese momento. En esta modalidad, el cliente paga una cuota mensual que siempre será inferior al ahorro obtenido por el autoconsumo.

Al contado: también se empieza a ahorrar desde el primer día, pero en este caso la empresa se hace cargo del coste de la instalación (reducido gracias a las subvenciones de los fondos Next Generation). La inversión se puede aplazar, además, con los planes de financiación de EDP Solar.

Energy Manager: la empresa solo paga por lo que produce con los paneles solares. Sin inversión inicial, EDP se hace cargo del 100% de los gastos de la instalación. El pago de la energía se hace por un precio fijo inferior a la energía de red, independientemente del momento en el que se consuma. También, en este caso, el usuario puede comprar la instalación por su valor residual, decreciente durante la duración del contrato.