Radiografía del autoconsumo en 2023 y previsiones de crecimiento 2024

Con 596 MW instalados en 2020, 1.203 MW en 2021, 2.507 MW en 2022 y 1.943 MW nuevos en España en 2023, queda claro que el autoconsumo solar ha llegado para quedarse y crecer. Esa es la cifra que arroja el último informe de APPA Renovables, que refleja, año tras año, cómo crece el segmento en nuestro país. Sin embargo, la tendencia ha cambiado. Por primera vez en la historia nos encontramos frente a un año en el que se produce una contracción de la potencia anual instalada. ¿Es esto un síntoma alarmante del sector, o responde a una estabilización en el crecimiento? Con estos datos, ¿qué podemos esperar de 2024? En este artículo lo analizamos.

Situación del autoconsumo fotovoltaico 2024 

A principios de 2024, la asociación APPA Renovables publicó las cifras de crecimiento de nuevas instalaciones de autoconsumo en España durante 2023, diferenciando por segmentos y por tecnologías.

En nuestro país ya hay la misma potencia instalada en este tipo de proyectos que con reactores nucleares, en total, 7.154 MW. Esta cifra se ha alcanzado con la instalación de 1.943 MW en 2023, de los cuáles un 27% correspondió a proyectos residenciales (527 MW), mientras que el 73% restante (1.416 MW) fueron puestos en marcha en industrias.

Imagen 1: Crecimiento del autoconsumo año a año. Fuente: APPA Renovables

Estos casi 2 GW de nueva capacidad distan en más de 500 MW de la cifra alcanzada en 2022. Si bien el crecimiento del sector se ha reducido en un 27% respecto al año anterior, este valor es un 69% superior a la instalada en 2021.

El sector residencial sumó 111.795 instalaciones, con una media de 4,7 kW por proyecto. Además, este segmento supuso el 3% de la demanda energética nacional, con más de 7.000 GWh producidos.

Por su parte, las industrias sumaron 15.509 proyectos, un total de 1.416 MW y una media de capacidad instalada de 91 kW.

Análisis de las cifras y del momento del sector del autoconsumo 

El autoconsumo en 2023 disminuyó su crecimiento respecto al 2022 en un 28%, pero aumentó un 66% comparado con el 2021, esto es una consecuencia de que el sector ha madurado y el crecimiento se ha estabilizado.

No obstante, hay que ser conscientes de que el 2022 fue un año atípico y excepcional, marcado por los altos precios de la electricidad ocasionados por la guerra entre Rusia y Ucrania y el efecto de los fondos Next Generation. No obstante, la capacidad del autoconsumo de abaratar las facturas energéticas de los ciudadanos se mantiene (y así lo seguirá haciendo), siendo este uno de los motivos de su consolidación, acompañado por el grado de sensibilización de la población respecto al cambio climático y a la ayuda que supone instalar paneles solares para hacerle frente.

La comparativa con 2022, por lo tanto, no es del todo objetiva. Si las cifras se comparan con las de 2021, vemos como el año pasado se ha experimentado un crecimiento notable en cuanto a instalaciones residenciales (el doble), mientras que las industriales han crecido un 58% respecto a dos años atrás. En definitiva, 2023 ha sido un año excelente a pesar de unas cifras de crecimiento menores que en 2022.

Algunos de los motivos que explican la reducción en el número de nuevos MW instalados en el sector industrial, el que más crece de los tres tipos de autoconsumo, son la falta de stock en inversores solares durante ciertos periodos del 2023, la lentitud en la tramitación en algunas regiones y, aunque sea en menor medida, la inflación económica que ha golpeado la capacidad de financiarse con préstamos bancarios para muchas empresas.

Mención especial merece el autoconsumo colectivo, aquel que podría beneficiar a cerca del 70% de la población española que reside en edificios. Para impulsarlo, las asociaciones de consumidores señalan que debe existir una menor complejidad burocrática, y facilitar la comunicación con las distribuidoras eléctricas. Además, el desafío de poner en común a numerosos vecinos siempre está presente.

¿Qué podemos esperar del autoconsumo en 2024? 

Superar los 7 GW de capacidad instalada pone de manifiesto que avanzamos a velocidad de crucero en el cumplimiento de los objetivos establecidos por la Hoja de Ruta del Autoconsumo.

La mejora competitiva de los componentes, sumado a su menor coste y a las políticas a favor de su instalación siguen invitando al optimismo. Por otro lado, la finalización de las ayudas Next Generation, el incremento de la inflación, la estabilización de los altos precios de la energía y la menor capacidad de ahorro en las familias, son los principales escollos para ser todavía más optimistas en este 2024.

Uno de los grandes desafíos y que merece una mención especial es qué hacer con la energía producida en horas centrales del día, donde la producción supera al consumo. En estos casos, es importante contar con un sistema de almacenamiento energético que permita dar mayor flexibilidad a la red eléctrica, y aprovechar así esa energía limpia que se produce cuando el sol brilla más, reduciendo la fluctuación de los precios de electricidad y ser, casi, un 100% independiente de la red. Además, la amortización de las instalaciones solares que tienen baterías es muy positiva, por lo que se prevé un aumento de este tipo de instalaciones.

La evolución de la demanda eléctrica otro de los grandes “debes” de la transición energética, el aumento de MW solares dependerá también de cómo evolucione ésta. No sólo consumimos electricidad en nuestros hogares; el transporte, la calefacción o el almacenamiento detrás del contador son grandes oportunidades para el autoconsumo solar. Impulsar la electrificación de todos los sectores y gestionar la demanda energética de manera más inteligente permitirá seguir viendo cómo la energía solar aumenta su participación en nuestra matriz energética.

La evolución del tejido industrial fotovoltaico español continúa y, esto, sumado a los proyectos de autoconsumo residencial y remoto que siguen avanzando, son algunos de los factores más determinantes a la hora de garantizar que el sector del autoconsumo no va a frenar su crecimiento en este 2024.

La sociedad ya es consciente, gracias a la demostración de innumerables proyectos, de que la energía solar es la mejor herramienta para ser sostenibles, autosuficientes y reducir costes de la electricidad. Por lo tanto, el precio de la luz deja de tener un peso tan importante en la toma de decisiones. Tanto empresas como consumidores finales seguirán buscando la manera de pagar menos por su energía, y la forma más eficiente y competitiva es contar con paneles solares.

La supresión progresiva de barreras administrativas como la licencia de obras, por ejemplo, y los incentivos locales, han hecho que cada vez más particulares se conviertan en autoconsumidores. Este es un claro indicador de que el conjunto de la sociedad, desde el sector público al privado, toma conciencia de la importancia del segmento para frenar el cambio climático y transformar el panorama energético, donde el consumidor toma un rol mucho más protagonista que antes.

¿Cuánto podrá crecer el autoconsumo? 

Justificado entonces el crecimiento del sector para este y los próximos años, podemos hacer una hipótesis de sus avances en números basándonos en las cifras de los últimos años, sin olvidar que 2022 fue un año atípico y que el ritmo de crecimiento seguirá siendo positivo, aunque con diferencias que irán en función del contexto que se viva año a año.

Recordamos que en 2021 el sector industrial representó un 41% de la nueva potencia frente a un 32% del doméstico y un 26% del comercial, habiendo crecido el sector en total 1.203 nuevos MW. Por su parte, en 2022 la mayoría de los 2.507 MW (un 47%) se sumaron en el sector industrial, un 32% en el residencial y un 20% en el comercial. Y, como hemos visto, en 2023 se instalaron 527 MW en el sector residencial y 1.416 MW en el sector industrial.

De este modo, podemos esperar que en este 2024 el autoconsumo crezca de una manera parecida a la de 2023, el crecimiento continuado que esperamos a lo largo de la próxima década es porque la energía solar (a pesar de la desaceleración de 2023) mantiene los tres pilares fundamentales:

• Es la energía más barata que hay en España.
• Es la más limpia y la más eficiente, la consumes y generas tu mismo
• Da más independencia al consumidor final.

Esos tres argumentos se mantienen intactos y son los que nos llevan a predecir el crecimiento continuado en los próximos años.

Las señales del mercado son parecidas; el precio de la electricidad continua en valores similares (con una ligera tendencia a la baja), la industria mantiene la competitividad en los costes de los componentes principales, no existen nuevos trámites que dificulten su puesta en marcha, aunque la congestión en las administraciones puede ralentizar la aprobación de algunos proyectos.

En cuanto a la repartición por segmentos, es de suponer que el industrial continuará liderando la incorporación de nuevos MW, mientras que la mayor esperanza en el sector residencial pasa por agilizar el autoconsumo en los tejados que aún no disponen de paneles solares y la aparición de modalidades que ayuden a la toma de decisiones, como las baterías virtuales o el autoconsumo remoto, por ejemplo.

En definitiva y, pese a que nadie tiene una bola de cristal, no es difícil considerar que en 2024 el autoconsumo solar podría volver a estar cerca de los 2 GW nuevos de instalaciones. A este ritmo, la senda es correcta para alcanzar las metas marcadas en el borrador del PNIEC. Al autoconsumo ya no hay quién lo frene.