Los tipos de autoconsumo colectivo según la conexión a red

Uno de los segmentos del autoconsumo fotovoltaico que encuentra más desafíos para crecer es el colectivo, aquel que identifica a instalaciones solares compartidas entre varios consumidores que se pueden beneficiar de la energía renovable. Aunque en los últimos años la aparición de las comunidades energéticas y de proyectos compartidos se ha incrementado, la realidad es que aún existe un gran desconocimiento de las ventajas y características de estas iniciativas por parte, principalmente, de los que pueden ser beneficiarios. En este artículo vamos a conocer los tipos de autoconsumos colectivos según como sea su conexión a la red de electricidad.

Tipología general del autoconsumo colectivo 

La aparición del Real Decreto 244/2019 abrió la puerta a la regulación del autoconsumo solar, recogiendo la necesidad de aprobar un reglamento para varios aspectos, entre los que destacan las configuraciones de medida simplificadas, las condiciones administrativas y técnicas para la conexión a la red de las instalaciones de producción asociadas al autoconsumo, y otros aspectos como los mecanismos de compensación, entre otros.

La normativa recoge dos posibilidades de conexión generales para autoconsumos colectivos;

1. En red interior; la instalación de generación se conecta a la red interior de los consumidores, es decir, el conjunto de circuitos interiores que podemos encontrar en la comunidad de vecinos.
2. A través de la red; los consumidores se conectan a la instalación mediante la red eléctrica de distribución pública, es decir, fuera de las instalaciones propias de la comunidad de vecinos.

Aunque existe esta diferenciación genérica, en la práctica los autoconsumos colectivos cuentan con conexiones mixtas, es decir, algunos consumidores tienen conexión interior y otros no. Sin embargo, para optar a la aplicación de la compensación simplificada, la normativa establece que, como mínimo, debe haber un consumidor con conexión en la red interior, aparte de que la instalación no supere los 100kW de potencia instalada. Además, la conexión no influye en cómo será el reparto de energía, por lo que el porcentaje de reparto varía entre los consumidores sin tener en cuenta como es su conexión.

Autoconsumo colectivo con conexión a red interior 

Este es el caso típico de viviendas en un edificio común, donde los contadores están centralizados y tanto generación como consumidores están conectados a la red interior del bloque.

La regulación, para estas iniciativas, indica que “la instalación de producción no podrá conectarse directamente a la instalación interior de ninguno de los consumidores asociados a la instalación de autoconsumo colectivo”, y permite que cualquier propietario se acoja a la modalidad con o sin excedentes.

Figura 1: Conexión en red interior de una instalación colectiva. Fuente: IDAE

Autoconsumos colectivos mixtos 

Hablamos de proyectos de autoconsumo colectivos con conexión mixta cuando hay varios consumidores asociados de dos o más edificios diferentes, en una configuración que permite optar por la modalidad con excedentes y acogida a compensación.

En estos casos, la generación se conecta a la red interior de uno o más consumidores, y el resto de los participantes lo hace a través de la red general de distribución eléctrica, cumpliendo las condiciones necesarias de distancia (500 metros entre contador y generación, o 2.000 metros en proyectos en cubiertas, suelo industrial o con estructuras soporte con otro uso principal) y que se ubiquen en la misma referencia catastral.

Figura 2: Conexiones en autoconsumos colectivos con conexión mixta. Fuente: IDAE

Autoconsumos colectivos con más de un proyecto generador 

Esta tipología de proyectos también hace referencia a comunidades energéticas, iniciativas que cuentan con más de una instalación generadora de electricidad con fuentes renovables.

Las conexiones son, como en el caso mixto, tanto en red interior como a través de la red, y pueden acogerse al mecanismo de compensación simplificada cuando se cumplan las condiciones necesarias.

En estos proyectos, se fija un acuerdo de coeficientes de reparto entre todos los consumidores considerando toda la energía que se produce en los diferentes puntos de producción, que pueden ser instalaciones en tejado de un edificio, de un centro público e incluso en suelo.

Figura 3: Autoconsumo colectivo con más de un punto de generación. Fuente: IDAE

Siguiendo el esquema de la figura 3, podemos ver que hay tres instalaciones solares; la de la vivienda, la del edificio, y la del centro deportivo.

En este caso, el 100% de la producción de cada una de las instalaciones se reparte entre los puntos de consumo según se acuerde, estableciendo claramente que todos los participantes se benefician de una o varias instalaciones, y que nunca se supera el 100% del consumo de la energía producida por una instalación solar.

Como hemos visto en este artículo, el autoconsumo colectivo es una modalidad que se adapta perfectamente a la urbanística de nuestra sociedad, donde puede haber comunidades que quieran beneficiarse conjuntamente de la energía solar con proyectos para los que la normativa actual ya recoge, con exactitud, cómo se deben llevar a cabo las conexiones y los acuerdos.